jueves, 22 de enero de 2009

Modismos de Origen Flaite: Es lo que hay

Hasta hace un tiempo se utiliza la expresión “es lo que hay” en los medios. De hecho: existe un programa de radio con eso nombre. La utilización que se le da es posmoderna y bastante cuica, por lo demás. En el uso posmoderno, a mi me pareció una expresión reciente. Estuve haciendo averiguaciones. Comprendí que, otra vez, se trataba de una expresión muy antigua y con un origen proletario. Me recordaron que lo solían decir las abuelas, o madres, a los niños que no se conformaban con comer pan con margarina, y querían algo “más rico”. A uno le decían: “es lo que hay, no más”. Recordé que también yo la escuché de niño. La información que se le entregaba a uno era muy amplia y estaba resumida en el modismo. Veamos:

1. Por un lado, estaba la resignación. Te estaban diciendo “resígnate”.
2. Por otro lado, se apelaba a la hombría y a la capacidad de sobrevivencia. Con eso te estaban diciendo “aguanta”.
3. La abuela o madre te estaba diciendo que le molestaba tu inconformismo.

Es curiosa la tríada: resignación- aguante – Ira. Por supuesto, el apelar a la resignación tiene un efecto importantísimo. El niño proletario debe acostumbrarse desde siempre que su destino es ese y por lo tanto, no se puede estar deseando leseras. Hay que evitar desear. En ese sentido, el proleta es casi un budista Zen: se conforma con poco, no lucha demasiado porque no tiene demasiadas ambiciones, con el resultado que no sufre tanto ante la frustración. Al principio se aguanta los deseos, luego, con el tiempo, empieza a quedarse sin deseos.

Es curioso que la expresión la haya reflotado la masa universitaria, o la intelectualidad posmoderna, que no necesariamente se ha tenido que resignar en la niñez. Pero en la adultez y juventud, si. Se ha tenido que resignar a la falta de talento, o a la falta de cualidades. Se supone que es una forma graciosa de aceptar que se es un don Nadie. Pues bien: el efecto sobre la clase media posmoderna será el mismo que sobre el proletario. Le hará desaparecer el deseo y las ambiciones. ¿Es bueno o malo esto? El tiempo lo dirá, todo dependerá del país que surja de esto.

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