miércoles, 19 de agosto de 2009

La flojera del pobre

Mucho se ha insistido en que los pobres lo son porque son flojos. Afirmación que desmiento categóricamente: muchos hijos de clases acomodadas se la pasan el tiempo haciendo nada y, sin embargo, heredarán la clase; cuando lo haga se dirá que “sentaron cabeza”. Por otro lado, se sabe que el pobre trabaja más. Las jornadas suelen ser más largas y con menos motivaciones, en ambientes más hostiles, etc. Entonces, si la flojera no tiene nada que ver con la clase social entonces ¿porqué se propagó este prejuicio?. No me es posible saberlo con los conocimientos de que dispongo actualmente, pero aventuro una teoría: la frase ni siquiera es de origen chileno. Lo más seguro es que la trajeran los conquistadores europeos. Antes de la llegada de los españoles, los indígenas se comportaban como lo haría cualquier sociedad de la edad de piedra. Recordemos que los mapuches, por ejemplo, no conocían el metal ni la rueda. Y a pesar de eso pudieron mantener a raya, sucesivamente a Incas y Españoles. Lo que se sabe de esas sociedades es que poseían vidas altamente ritualizadas, en las cuales, el tiempo dedicado al trabajo “productivo” no era tan extenso como el de hoy. En algunos textos relativos a sociedades “pre agrícolas” he leído cifras cercanas al 5% para el tiempo dedicado a conseguir sustento. Los mapuches eran una sociedad intermedia: algunos alimentos se conseguían por cultivo, pero una parte no menor era conseguida mediante recolección. En conclusión, al conquistador español le pareció difícil utilizar mapuches en las labores de las encomiendas. La conclusión del encomendero fue que los mapuches eran flojos. Y preferían utilizar elementos más dóciles, como yanaconas incas, diaguitas, atacamenños, aimaraes, etc. Todos los pueblos anteriores obtenían su sustento principalmente de la agricultura, de tal forma que sabían lo que significaba el trabajo duro con jornadas largas.

Como he explicado anteriormente, el pobre actual se configura con la descendencia del elemento indígena original. Las clases acomodadas, en tanto, se constituyen como los descendientes del conquistador y las sucesivas inmigraciones (alemanes, vascos, croatas, etc) que dicho sea de paso, se fraguaron como política colonial, y como política de la república, después. Las razones para la inmigración tienen que ver justamente con conseguir “recursos humanos” de mejor calidad, es decir, brazos más fuertes para el trabajo. Junto con decir que los pobres eran flojos, se decía que la raza era la mala. Para Pérez Rosales, por ejemplo, traer alemanes era una medida de economía racial.

Por lo tanto, mi sensación es que la costumbre ancestral de la vida ritualizada y el mínimo de trabajo para conseguir el sustento fueron considerados signos de flojera por los primeros conquistadores. Esta opinión fue transmitida de generación en generación por la elite, alcanzando sus grados de mayor popularidad, como idea, en los tiempos auge de las ideas racistas. Me refiero al periodo parlamentario básicamente. Frases como “los pobres son pobres, porque son flojos” ya no se suelen escuchar con tanta frecuencia porque estamos en el ámbito de lo políticamente correcto. Sin embargo, una capa importante de piñeristas RN lo cree sin decirlo. Y eso le hace bastante mal al país, porque se desperdicia talento. Sospecho que empezaremos a escuchar cosas así en los años que vienen.

3 comentarios:

Philippe Delteil dijo...

oYE..me gustaría participar de tu blog. Hablamos por msn ?

Ricardo Chamorro dijo...

¿puede ser por gmail? mi correo es chamorrison@gmail.com

Radisu dijo...

tienes razon, los pobres no son pobres porque son flojos o eligieron ser asi.. me molesta cuando la gente dice eso..