martes, 3 de junio de 2008

El Flaite

El flaite es un personaje que habita una zona un poco oscura de la conciencia del Santiaguino promedio. El santiaguino promedio piensa en un delincuente cuando piensa en un flaite. Un tipo que puede ser una pesadilla. Otros, más arribistas, convierten en sinónimos las palabras flaite y pobre. Pero la palabra, como todas las palabras en todos los idiomas, ha sufrido mutaciones con el paso de los tiempos. Las palabras, en ciertos sectores y ghettos de la ciudad de Santiago poseen una evolución muy rápida.

Según Hernán Millas, la palabra flaite proviene de la palabra “falte”, antigua, de mucho uso hasta la década del 20. El “falte” era una especie de vendedor ambulante que iba de pueblo en pueblo (en aquella época La Florida y Maipú eran pueblos rurales que quedaban “cerca” de Santiago) vendiendo de todo, es decir, “lo que falte”. A mi este hecho me parece asombroso. La palabra para designar a un tipo de vendedor ambulante pasó a ser la palabra para designar a un delincuente. ¿Son flaites o son faltes nuestros actuales vendedores ambulantes, los del bandejón? La respuesta es que en algunos casos con ambas cosas, pero no siempre. O más bien, casi nunca.

Otro dato curioso al respecto: muchas fortunas nacionales surgieron de manos “faltes”. Sobre todo las fortunas de origen palestino. Es decir, algunos millonarios tuvieron que sobrevivir, yendo de pueblo en pueblo, vendiendo objetos del estilo peinetas, hilo, agujas, novedades del año, juguetes pal regalón y demases. Cada tanto a los alcaldes les da por reprimir con dureza a los vendedores ambulantes o a los vendedores de las micros. Yo me pregunto por qué las fortunas de origen árabe no alzan la voz para defender un oficio fundacional dentro de sus clanes. Me estoy refiriendo a los Said, a los Hites, a los Hales, etc. Quizá quieran evitar un brusco aumento de millonarios que obligue a compartir el poder. No se me ocurre otra explicación ante esta falta de caballerosidad.

2 comentarios:

hipoceronte dijo...

jaja, justo ayer estaba pensando sobre el concepto de flaite. Comparto a continuación mi lógica:

Mientras un "flaite" tiraba piedrazos de lejos a un tipo a quien le había echado la choreá, pensé en esa actitud flaite que hay dentro de muchos chilenos.
Claro, este tipo tiraba piedras de lejos, no arriesgando tampoco el pescuezo, ya que el otro tenía un fierro en la mano, pero veo igualmente esa actitud flaite de los camioneros que aún se comportan como esa actutud prepotente de mafioso de pacotilla o de los mismo señores respetabilísimos legisladores que hacen sus maldades hasta que los pillan y ahí se ponen a hablar fuerte y tirar piedras desde atrás de su escritorio. De los empresarios algo parecido, pero caché que todo Chile era flaitongo (en el término que hoy conocemos). Y me di cuenta tb de que a mi no me gustan los flaites.

Ricardo Chamorro dijo...

1. Me sorprende que alguien lea esta basurita.
2. La extensión del análisis flaite a la sociedad chilena toda puede dar frutos frutosos.
3. Recomiendo a hipy-ceronte que exprima al flaite hasta que proporcione toda la información que pueda dar sobre el chileno promedio.