lunes, 27 de octubre de 2008

Las palabras al verre

Existen innumeras palabras en los distintos “coas” del mundo. Hay que notar que el mundo está lleno de coas. Los ingleses tienen el suyo: el cockney, aparentemente un dialecto bien desarrollado. Los franceses, por su parte, tienen el argot. Según me han informado, los irlandeses tienen un bajo pueblo que habla un idioma extraído del gaélico, el idioma de los antiguos celtas que habitaban la zona antes de la invasión de los anglos y los sajones.

Hay muchas reglas de generación de palabras en esos dialectos. Uno de los recursos utilizados para comunicarse en estos idiomas es dar vuelta las palabras. Es un recurso que se me viene a la mente por sus implicancias religiosas: dar vuelta las palabras es una táctica del demonio. Lo maligno se expresa en las palabras al revés, como ocurre con las cintas de los grupos metaleros o como ocurría con el cassette de xuxa. Otro ejemplo: en la película “El exorcista” la muchacha hablaba en arameo al revés.

En el coa chileno se ven algunas palabras al revés. Por ejemplo, “el que te jedi”o el “broca cochi”. En el chavo, que es un retrato de una vecindad mexicana “pobre”, a veces el chavo o la chilindrina hablaban al revés. Me han contado que en francia, el argot también recurre al mismo artilugio. Estoy, por ahora, comprobando si el cockney también se vale de él.

Eso implicaría una curiosa relación: los coas no son solo dialectos para comunicarse. También lo son para esconder. Constituyen una clave para acceder a otros conocimientos. Un versado en coa no es cualquier sujeto: debe iniciarse en su uso y para eso debe demostrarse ante sus pares.

El idioma crea cultura, el coa también conduce a una determinada cultura. Eso dará para otro artículo.